¿Dónde es mejor morir? En casa o en el hospital
Laburpena
Los cuidados paliativos se aplican cuando una persona padece una enfermedad terminal, su finalidad no es curar, si no cuidar. Tratan de mejorar la calidad de vida de las personas que se encuentran en esa situación. Estos cuidados tienen que ser aplicados por profesionales formados que abarcan una atención integral y centrada no sólo en el aspecto físico de la persona si no también el psicológico y social; incluyendo a sus cuidadores. Hoy día unas personas en esta situación unas eligen morir en su casa y otras en el hospital. La realización de este estudio próximo a una revisión crítica de la literatura tiene como objetivo determinar el impacto en la calidad de vida y la satisfacción de los cuidados paliativos al final de la vida, tanto de los propios pacientes como de sus cuidadores en dos ámbitos en el domicilio de la persona o en el hospital. La metodología llevada a cabo sigue un proceso planificado y estructurado con la pertinente búsqueda exhaustiva en la literatura. Se accedió a diversas bases de datos como Cochrane, Cuiden, Medline y Cinhal, y revistas especializadas de distinta índole para la selección y el análisis crítico de la información. Se utilizaron palabras clave como: quality of life, terminally ill pacients, palliative care y satisfaction. Como resultado de este proceso seleccionamos 14 artículos cuya información se ha clasificado en 2 grandes categorías: calidad de vida y satisfacción. A su vez se han dividido en la percepción de la calidad de vida y satisfacción de los pacientes y de los cuidadores en domicilio y en el hospital. El efecto en la calidad de vida ha sido más explorada que la satisfacción con los cuidados paliativos en los artículos seleccionados. No podemos sacar conclusiones categóricas sobre cuál es su efecto dado que hemos encontrado una diversidad de escalas para medir dichos efectos. Los pacientes presentan mejoría en la calidad de vida en esfera psicológica y menos en la física cuando los cuidados paliativos son aplicados por el equipo especializado. Respecto a los cuidadores, hemos encontrado efectos similares, sin ser capaces de determinar diferencias significativas entre aquellos en el domicilio y los que están en el hospital