El Partido Comunista Italiano: en busca de un centro de gravedad permanente
Abstract
Desde su fundación en 1921 y hasta su desaparición 70 años después, en 1991, el Partido
Comunista Italiano tendrá una importancia capital en el desarrollo de la historia de Italia.
Durante los años 30 y 40 del pasado siglo, será uno de los sectores que lidere la lucha
contra el fascismo, siendo posteriormente clave en la consecución de la República al
formar parte de los primeros gobiernos provisionales.
Dado el temor al creciente apoyo comunista existente en el país, el partido será apartado
de las altas instancias de poder en 1948. Jamás ganará las elecciones ni logrará volver a
gobernar y sin embargo, bajo el liderazgo de Palmiro Togliatti, el PCI se mantendrá
durante las siguientes dos décadas como la principal fuerza de la oposición,
condicionando desde dicho lugar el desarrollo político de Italia.
En su búsqueda del poder, el partido experimentará una serie de cambios en su discurso
en el que siempre existirá un interesante debate sobre si el triunfo debe ser obtenido
apostándose por la vía democrática o a través de la violencia. Esta reflexión supondrá que
la formación busque establecer un modelo afín a la doctrina marxista pero adecuándose
a la situación italiana y tratando de resultar una propuesta atractiva para las masas,
apostando por un ambicioso programa cultural.
Dicha decisión desmarcará al PCI de la línea pretendida desde Moscú según la visión
leninista que la mayoría de partidos seguirán, convirtiendo a la agrupación en un ejemplo
único que definirá el devenir del comunismo occidental como demuestra el concepto del
“eurocomunismo” de Berlinguer en la década de 1970.
Por ello, en este trabajo trataremos de analizar la historia del partido y su constante
búsqueda de un “centro de gravedad permanente”, un frágil equilibrio que jamás llegará
a alcanzar dadas las constantes transformaciones que caracterizaron al “corto” siglo XX.