| dc.description.abstract | [ES]La sociedad actual necesita combustibles líquidos baratos para que la economía funcione y se
desarrolle con eficiencia y eficacia. Estos combustibles tienen numerosos usos, los más
habituales son gasolinas, para vehículos ligeros, y gasóleos, para vehículos pesados o
calefacción, entre otros muchos. Estos combustibles son tan utilizados debido principalmente
a que ya están en estado liquido a temperatura ambiente, lo que los hace muy fáciles de
manejar. Además, tienen un poder calorífico y unas características de combustión que los
hacen muy adecuados y por ello son la principal fuente de energía en el trasporte. Sin
embargo, por desgracia, estos combustibles se componen principalmente de cadenas de
carbono, las cuales al producirse la combustión se liberan en forma de CO2. El CO2 es un gas
no dañino para los humanos pero que en grandes concentraciones incrementa el efecto
invernadero de la atmosfera, creando el denominado cambio climático, uno de los grandes
retos actuales para la humanidad[1]. Además, la mayoría de los pozos petrolíferos fácilmente
accesibles se encuentran en países política y económicamente inestables, Venezuela en
Sudamérica o Arabia Saudí e Irán en Oriente Medio[2]. Por último, como la mayoría de estos
gases de efecto invernadero provienen del sector del trasporte, los esfuerzos en la disminución
en la emisión de este tipo de gases, se centran en la obtención de mejores alternativas para
este sector. | es_ES |
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