Cambios en la dedicación de la mujer al trabajo culinario según el ciclo vital
Laburpena
Objetivo: Conocer como los acontecimientos del ciclo vital de las mujeres tales como
los cambios en la convivencia, el trabajo o la salud influyen en la dedicación al trabajo
culinario.
Material y métodos: La información requerida en este trabajo procede de una
investigación realizada entre 12/04/19 y 29/07/19, mediante entrevistas individuales a
mujeres aleatoriamente elegidas en el entorno de Vitoria-Gasteiz. El diseño de la
encuesta y las cuestiones concretas que contiene han sido orientadas con el objetivo
de conseguir los datos que darán respuesta al objetivo de la investigación. Se dirige a
una población de mujeres de entre 35 y 45 años, 7 de ellas se realizaron a mujeres con
jornada laboral parcial y con hijos, otras 7 a mujeres con jornada completa y sin hijos.
Los datos obtenidos se ordenan y clasifican para permitir un análisis cualitativo y
sistematizado.
Resultados: Utilizando como variable dependiente “el tiempo dedicado a cocinar” y
“el interés por comer saludable” se crean cuatro tipos de dedicación al trabajo
culinario: “creativo”, “veloz”, “repetitivo” o “apático”. En el grupo de mujeres con
jornada completa y sin hijos predominan dos tipos, una en la que se pertenece al tipo
“creativo” por lo que se dedica tiempo a cocinar, y otra en la que la gente es de tipo
“repetitivo” o “apático” y no se cocina mucho. En cambio, en el grupo de mujeres con
jornada completa y sin hijos hay una sola tendencia en el que realizar una dieta
saludable tiene importancia, se le dedique tiempo a cocinar o no, perteneciendo a los
tipos “creativo” y “veloz”.
Conclusiones: Durante el ciclo vital de las mujeres los cambios en la convivencia, la
maternidad y los problemas de salud conducen a cambios en la dedicación culinaria.
A los 16 años, las mujeres entrevistadas no sabían cocinar, pero los cambios anteriores
han hecho que sus habilidades culinarias se desarrollen por lo que se puede deducir
que jóvenes actuales también lo harán. Además, se ha visto que ser madre influye para
tener una dieta saludable y equilibrada, y que las tareas culinarias se reparten más entre
hombres y mujeres que en generaciones pasadas.