Il Decameron di Boccaccio: un salto oltre confine tra melos e verbum.
Laburpena
La investigación comienza en la Editio princeps del Decamerón y sigue hasta los desarrollos posteriores en territorio francés e ibérico, con la identificación y el examen de pasajes particularmente singularizados por la terminología musical. La pesquisa sobre los "lugares sonoros" permite captar su valencia simbólica, y sobre todo transitar a lo largo y ancho del tiempo, en grandes diacronías, y hace que sea posible "invadir" el terreno de otras disciplinas mediante cotejos históricos, organológicos, iconográficos, sociológicos. Las múltiples funciones desempeñadas por el canto, la música y la danza en la obra maestra de Boccaccio no otorgan plena justicia a un tejido literario también tramado con ritmo y con implicación emocional en su dimensión pragmática; cada palabra, cada sonido evocado por Boccaccio en la variedad del registro y de entonación de la narración, llevan al lector a sus propias vivencias y generan en él nuevas emociones intensas y profundas, que favorecen la "re-construcción" del sentido literario. Además, la confluencia de "melos" y "verbum" en Boccaccio parece producirse magníficamente en los madrigales del siglo XVI copuestos a partir de algunas estrofas de sus baladas.Petrarca contribuye a la difusión del "Decamerón" más allá de las fronteras con la traducción-reelaboración de la novela de Griselda en latín. Traducida ésta al catalán en 1388 por Bernat Metge, este texto se introduce en la traducción catalana anónima de 1429 del Decamerón. Las perculiaridades de esta versión de Sant Cugat del Vallés subrayan y confirman la estrecha relación de la obra con la música: el autor anónima reemplaza las baladas por algunas canciones catalanas populares entre su propio público, que son sin duda poemas de transmisión oral cantados por un solista y un coro.