Uso de nanopartículas inorgánicas en teragnosis
Laburpena
La nanotecnología es una rama científica que emplea partículas a escala nanométrica para su uso en múltiples campos, lo que ha provocado en los últimos años grandes mejoras en diferentes áreas de investigación, especialmente en el área de la salud. De entre las nanopartículas que existen, las inorgánicas, y, más concretamente, las nanopartículas metálicas y magnéticas, presentan un conjunto de atributos que son de gran interés para su utilización en diferentes áreas de la nanomedicina y nanotecnología farmacéutica, como en técnicas de imagen y en diferentes terapias. El tamaño, la forma y el material del que se componen son los principales factores de los que dependen las características de las nanopartículas. La modificación de estos factores conlleva un cambio en sus propiedades eléctricas, ópticas y/o magnéticas, pudiendo aprovecharse para diferentes aplicaciones, como diagnóstico, transporte de fármacos y otros tipos de terapia. De esta manera, se ha conseguido aumentar la sensibilidad de las técnicas de imagen, pudiendo detectar de manera más precoz las enfermedades. Asimismo, son capaces de transportar los fármacos de manera selectiva al tejido diana, aumentando la especificidad del tratamiento y disminuyendo los efectos secundarios derivados de una actuación en tejidos sanos. En los últimos años se ha desarrollado una nueva técnica, a la que se ha denominado teranosis, que combina el diagnóstico y la terapia en una única nanopartícula, permitiendo su ejecución al mismo tiempo, de manera más optimizada y segura. De esta manera, se conseguiría aumentar la eficiencia de los diagnósticos y de los tratamientos de enfermedades que a día de hoy presentan dificultades para la medicina convencional, como es la oncología. En este trabajo se determina la potencialidad de las nanopartículas inorgánicas para su uso en teranosis, debido a que ésta se posiciona como una técnica con un gran potencial en medicina.