La dictadura del formato en las noticias de televisión
Revista Latina de Comunicación Social 5(52) : 1-6 (2002)
Laburpena
La búsqueda de formatos que garanticen el éxito de audiencia en la programación televisiva ha caracterizado a las televisiones en las últimas décadas, pero se ha mantenido alejada de los informativos diarios. Estos han continuado fieles a una estructura cuyos elementos formales apenas se han alterado.
A pesar de las casi nulas innovaciones formales en su formato, los noticiarios continúan atrayendo la atención masiva de la audiencia, dado que sigue vigente la idea de que todo buen ciudadano debe estar informado, pero carece del tiempo, la capacidad o la voluntad para profundizar en la información.
“Así lo hemos visto y así se lo hemos contado” sigue siendo un mito que muestra la noticia como espejo de la realidad, ocultando todo el dispositivo de una organización del trabajo que debe conjugar los recursos materiales y humanos limitados con fuertes restricciones de tiempo.
Todo ello ha dado lugar a una estandarización máxima del formato, que sirve a la redacción para rutinizar la producción y para comunicar a la audiencia la importancia de cada acontecimiento. El formato termina así por ser el marco en el que la realidad se recontextualiza para los espectadores.
La estructura, la forma y la duración de cada elemento y la manera en que se ensamblan están estipuladas a priori. Cuatro factores fundamentales determinan la importancia que la redacción asigna a cada tema: la posición en la escaleta, la duración asignada, el carácter de directo o grabado y la ubicación en exteriores o en plató.
Estas cuatro variables llevan a que los periodistas organicen y presenten la información mediante la utilización de determinados formatos, cuya denominación varía de un canal de televisión a otro, pero cuyas características son compartidas por la práctica totalidad de los noticiarios de televisión.
Aunque a lo largo del tiempo pueden darse pequeñas variaciones motivadas por cambios en la estética, innovaciones técnicas, etc., la escala de importancia permanece inalterable. Son estos formatos los que tienen en mente el editor mientras organiza la escaleta y la distribución de reporteros, o el redactor mientras está cubriendo un suceso.
Los formatos más utilizados en los informativos diarios de televisión son: entradilla, entradilla + DLS, entradilla + off, vídeo off, entradilla + vídeo, entradilla + vídeo + vídeo, comentario, conexión en directo y entrevista en el estudio. Es una clasificación en orden creciente de la importancia en el tratamiento informativo, que, obviamente, deberá ser matizada en función de consideraciones de tipo técnico y organizativo, o en función de las necesidades sobrevenidas de la producción.
A medida que el nuevo reportero se socializa y es capaz de ascender en la jerarquía de la redacción, se le asignarán formatos de mayor relevancia. Así, los periodistas de mayor estatus y autonomía podrán elaborar la información en cualquiera de los formatos posibles, pero sólo ellos serán capaces de realizar una entrevista en el estudio. Los novatos tendrán acceso a pequeñas piezas en off o entradillas que leerá, una vez corregida, otro periodista, pero difícilmente harán una conexión en directo y menos aún una entrevista en el plató.
En definitiva, existe una correspondencia directa entre la gama de diferentes formatos, la clasificación de las noticias según su importancia y el puesto ocupado en la estructura jerárquica de la redacción. El sometimiento a la dictadura del formato señala el éxito de la socialización como periodista y la proclamación de su profesionalidad.