Abstract
La evolución de las formas artísticas en España ha sido alterada por el estancamiento que supuso la dictadura franquista. El libre diálogo con las propuestas más avanzadas de los países democráticos resultaba imposible, y la férrea censura se encargaba de perseguir y eliminar cualquier movimiento fuera de las normas establecidas. Sin embargo, en ocasiones se alcanzaron resultados formalmente novedosos, avanzando en no pocas ocasiones desde la propia tradición. En este artículo abordaremos el análisis de una película concreta, Los que no fuimos a la guerra (Julio Diamante, 1961), para observar cómo en ella se utiliza a favor del film un peculiar modo de interpretación de los actores secundarios que conecta directamente con el teatro popular español.