Abstract
El presente texto analiza el modo en que los Informes Mundiales del Desarrollo Humano del
PNUD conceptualizan la cultura y su diversidad. Al observar el excesivo simplismo con el que este
organismo internacional aborda lo cultural y las consiguientes incoherencias y contradicciones
en las que incurre su discurso, la investigación hace un giro con el fin de conocer si no es la
propia mirada del PNUD en sí cultural. Este giro nos permitirá constatar que el discurso del
PNUD es identitario en la medida en que refuerza una frontera simbólica entre un nosotros-
desarrollados y un ellos-en-desarrollo. De esta manera el PNUD actualiza la mirada colonial al
contexto post-Guerra Fría. La supuesta imparcialidad de estos informes queda, por lo tanto, en
entredicho y emerge en los mismos una dimensión política veladamente oculta que nos permitirá
una relectura de éstos en clave de poder.