dc.description.abstract | En El Salvador está prohibido el aborto en cualquier circunstancia desde 1997. Lo que ha provocado que entre 1998 hasta el 2019, más de 181 mujeres han sido criminalizadas y judicializadas tras haber sido denunciadas por aborto. A la fecha de cierre de este escrito, 68 sentencias esconden historias de partos extra hospitalarios que terminan en emergencias obstétricas no atendidas y que han llevado comunmente a condenas de entre 15, 30 y 40 años de carcel. Entre estas condenas está el caso de Karina Clímaco, la base de este trabajo. Ella es la primera mujer que fue liberada luego de una larga lucha feminista por demostrar su inocencia. Pero, así como ella, la mayoría de estas mujeres luego de que salen de prisión, no quieran hablar nunca más del tema. ¿Qué quiere decir la persona que se calla cuando se calla? Es una pregunta que representa muy bien el sentido de este trabajo. Lo que me ha permitido descubrir una serie de silencios alrededor de estas historias de criminalización. Silencios comprados, silencios como escapatoria, silencios como única alternativa, silencios impuestos, o silencios, incluso, no percibidos… Pero, aunque estos silencios carezcan de palabras están llenos de significado y han contribuido a marcar a ciertos cuerpos como diferentes, malos, despiadados, peligrosos, asesinos. Porque para que unas cosas se nombren, otras deben ser innombrables. Y esto lo refleja muy bien mi investigación: Cuerpos criminalizados en El Salvador: El aborto, la palabra y los silencios en los Medios de Comunicación | es_ES |