Los legados de la Primera República en Filipinas a finales del siglo XIX: retórica de la discapacidad en las colonias penales
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Date
2025Author
Vialette, Aurélie
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Historia contemporánea 77 : 59-88 (2025)
Abstract
This paper aims to analyze how the ideas debated during the First Spanish Republic on penal reform influenced the establishment of penal colonies with Filipinos in the southern Philippines during the Restoration. To this end, I study that the Republican leaders did not consider the Philippines as an integral state of the Republic but relegated them to a marginal space with a population that they described as disabled for the exercise of their citizenship functions. I study a contest of the Royal Academy of Moral and Political Sciences, organized at the end of the First Republic, whose objective was to ask if it was convenient to establish penal colonies in these islands. I explore how certain jurists such as Francisco Lastres, Concepción Arenal, and Pere Armengol responded to the competition. Lastres spoke of “rebirth” while Arenal and Armengol emphasized their rejection of the exploitation of prisoners to build the colony. Arenal, in particular, insisted on the need to respect human rights at all times. My thesis is that these sources show us that the penal reveals the imperial administration. Finally, I insist on the need to study Philippine sources from the Restoration period and pay attention to the establishment of a penal colony with Filipino prisoners: the agricultural colony of San Ramon in Zamboanga, on the island of Mindanao. I highlight how Spanish administrators who worked in the penal colony used a rhetoric of disability to refer to the bodies of Filipino prisoners, stripping them of all agency and civilization.; Este trabajo analiza de qué manera las ideas debatidas durante la Primera República española acerca de la reforma penal influyeron en el establecimiento de coloniales penales con filipinos en las islas Filipinas durante la Restauración. Para ello, muestro que los dirigentes republicanos no consideraron las islas Filipinas como estado integrante de la República, sino que las relegaron a un espacio marginal con una población que describían como discapacitados para el ejercicio de sus funciones de ciudadanía. Después, se estudia un concurso de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, organizado al terminar la Primera República, cuyo objetivo era preguntar si convenía establecer colonias penales en las islas de dominio imperial español. Exploro la repuesta al concurso de ciertos juristas como Francisco Lastres, Concepción Arenal y Pere Armengol. Lastres hablaba de “renacer” mientras Arenal y Armengol ponían énfasis en su rechazo de la explotación de los prisioneros para construir la colonia. Arenal, en particular, insistía en la necesidad de respetar en todo momento los derechos humanos. Mi tesis al respecto de estas fuentes es que nos muestran que lo penal es una de las fuentes que revela la administración imperial. Finalmente, insisto en la necesidad de estudiar las fuentes filipinas del período de la Restauración y presto atención al establecimiento de una colonia penal con presos filipinos: la colonia agrícola de San Ramón en Zamboanga, en la isla de Mindanao. Pongo de manifiesto cómo los administradores españoles que trabajan en la colonia penal usaban una retórica de la discapacidad para referirse a los cuerpos de los presos filipinos, quitándoles toda agencia y civilización.