Celtíberos y lusitanos frente a Roma: diplomacia y derecho de guerra
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Date
2003Author
García Riaza, Enrique
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Los años centrales del siglo II representan para un amplio conglomerado de pueblos de la Península Ibérica —celtíberos, vacceos, vetones, lusitanos— la última fase de su independencia real frente a Roma1. Si los acuerdos gracanos del 179 constituyeron las bases de una relación pacífica fundada en el respeto a la autonomía política indígena, la llegada de Nobilior a Hispania Citerior en el 153 debe interpretarse como el triunfo de la tendencia senatorial partidaria de un mayor control del interior peninsular, que habría de alcanzarse mediante disuasión o acción militar directa. Este giro de la política exterior se hará patente en la negativa a la ratificación de foedera —acuerdos vinculantes para el Estado romano— con los núcleos celtibéricos y en la escasa perduración de los mismos en el ámbito lusitano. Manifestación de la nueva realidad, la deditio o rendición incondicional constituirá una exigencia recurrente a mediados de siglo. Frente a su única alternativa —la aniquilación tras oppugnatio— esta forma de capitulación no persigue el desmantelamiento inmediato de las estructuras socio-políticas indígenas, sino el aprovechamiento de los recursos autóctonos —económicos y militares— en beneficio de una expansión que tiende, sin conseguirlo plenamente, al autoabastecimiento. La restitución de leyes locales tras la rendición se realizará, no obstante, en precario, al reservarse el Estado romano el derecho a la revocación unilateral de las garantías otorgadas.