La No Proliferación desde el Sur Global.La resistencia de Brasil y los países del IBSA frente a la hegemonía tradicional
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Date
2018Author
Fidalgo Alday, Urko
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Las armas nucleares supusieron un antes y un después en la concepción de las políticas de seguridad. Resultó que, a partir de la explosión de las bombas de Hiroshima y Nagasaki en 1945, la humanidad poseía una nueva arma, la más poderosa y destructiva de su historia. Debido a esto, desde la segunda mitad del S.XX, se instauró un régimen internacional para intentar regular el acceso a la tecnología nuclear y así, conseguir evitar una situación en la que la proliferación de armas nucleares se incrementase de manera incontrolada pudiendo poner en peligro la estabilidad global. El régimen de no proliferación nuclear
Este régimen es una herramienta en manos de los Estados que determina la distribución de poder global, ya que establece quien y en qué condiciones accede a la posesión de una tecnología clave. En base al Tratado que rige el régimen, únicamente cinco Estados tienen el estatus de “nucleares”, es decir que poseen la capacidad de enriquecer Uranio hasta niveles suficientes para tener la posibilidad de usarlo en el ámbito militar. EE.UU, Rusia, China, Francia y el Reino Unido, son por tanto, los Estados Nucleares y además también son los cinco Estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las NN.UU.
Sin embargo, no todos los Estados están contentos con esta distribución de poder. Existen muchos que están dispuestos a aceptarlo, pero otros muchos no. Concretamente los países que por sus diversas capacidades son reconocidos como Potencias Emergentes y que geográficamente se encuentran localizadas en el Sur Global son demandantes de un mayor espacio de en la gobernanza mundial.
En este sentido, su manera de relacionarse con los Estados Nucleares es mostrando una actitud contestataria o de “soft power” que tienda a erosionar la posición de poder que éstos poseen y que les permita obtener un mayor reconocimiento para ser tenidos cada vez más en cuenta en la arena internacional. En base a esta premisa, la India, Brasil y Sudáfrica, ponen en práctica diversas estrategias que les permitan ganar posiciones en la jerarquía del régimen de no proliferación y por lo tanto en la distribución de poder mundial. Así, los tres países forman parte de agrupaciones internacionales de carácter informal como el IBSA que están diseñadas para influir en las relaciones de poder establecidas por los Grandes Poderes internacionales.
A través de su actuación conjunta en los diversos foros multilaterales mundiales, tratan de desgastar las posiciones de poder establecidas a través de políticas contestatarias. Estas estrategias de resistencia, van dando poco a poco resultado, y convencen de su idoneidad a los Estados que las desarrollan.