Abstract
El presente artículo defiende que Platón bromea cuando su Sócrates afirma estar inspirado o bajo posesión divina en Fedro 238d y Crátilo 396d. Para ello, primero se sitúan en contexto ambos pasajes; a continuación, se muestra que a lo largo de todo el corpus Platón contrapone el conocimiento y el arte (τέχνη) al falso saber y a la inspiración (ἐνθουσιασμός); en tercer y cuarto lugar respectivamente, leemos los pasajes en cuestión en función de esta contraposición, para mostrar que hay que desconfiar de cuanto dice Sócrates cuando burlonamente afirma estar inspirado.