Abstract
El texto enfatiza los procesos de producción del conocimiento como uno de los aspectos que la antropología feminista debería atender de cara a seguir avanzando en propuestas teóricas y metodológicas críticas. Se retoma un episodio sucedido durante el trabajo de campo para subrayar la relevancia del cuerpo y los afectos en estos procesos y, en general, en el desarrollo de la antropología feminista que está por venir.